domingo, 19 de junio de 2011

Recordando


Desesperada, como buscando una salida, una puerta al exterior, miro hacia la ventana, un cristal sin fin, sucio y lleno de dedos quizá de otros que como yo, se acercaron para ver más allá de aquella sala blanca, insoportablemente blanca e impersonal.

Dentro, en las sillas más cercanas a la mía, otros seres con ojos desencajados y apagados miran sin ver, balancean sus cuerpos ritmicamente, al compas de una música que nadie escucha mientras se miran las manos, se agarran los dedos y los retuercen hasta que se quedan blancos y frios. Nadie habla, si acaso unos gritos al fondo y unos quejidos que hacen temblar, que dan miedo.

En mi mesa un crucigrama a medio hacer, ya no me gusta, no quiero seguir formando palabras que no tienen sentido, que solo son descripciones formales de hechos cotidianos: "máquina para levantar pesos", "matricula de León", "día de la semana"...., cientos, miles de palabras, cientos, miles de casillas por rellenar o hechas ya desde hace tiempo.

Levanto la vista y sigo viendo la misma sala, la misma gente, una televisión que no mira nadie, sin sonido, las bocas se mueven, los presentadores sonrien, gesticulan, la gente parece aplaudir, fijo la vista y desde mi cerebro, una descarga, un flash pone en marcha mi mente, no se que hago aqui,no hay espejos, no me acuerdo de mi cara, no recuerdo como soy, solo veo mis manos pero no las distingo, no me son familiares, que han buscado, que han tocado, cuando las senti por ultima vez...

Bajo la vista a la mesa, ni siquiera estoy sorprendida de estar aqui, pero dónde es aquí?, por un momento un recuerdo, leve, fugaz como una luz atraviesa mi cabeza, quiero acercarme a la ventana pero no puedo, mi cuerpo no responde, no llega la orden para que mis piernas se pongan en movimiento, no me muevo...., miro hacia abajo y las veo, porque no se mueven?.

Por mi cabeza, como una ráfaga pasan imágenes sin sentido: un coche, un semaforo, una mujer que anda, que me mira asustada y grita...., todo pasa deprisa, un golpe seco, sordo, no lo recuerdo, unas luces enormes, unos seres vestidos con unas batas verdes, no les veo la cara, sol oigo sus voces: "rápido, deten la hemorragia, no para de sangrar....".

Por fin me acuerdo y ahora lo veo, veo la silla de ruedas y comprendo porque no puedo acercarme a la ventana!!

2 comentarios:

  1. Si es crudo pero real y no solo por no poder andar fisicamente sino por no poder moverte desde la mente. Una metáfora un tanto cruda, si!

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