Espejos en los que mirarnos,
que reflejan nuestras miserias como el mejor de los retratos
espejos de cristal que cortan como cuchillos
que golpean una y otra vez nuestras retinas
y no dejan que cerremos los ojos a lo obvio
Espejos como gritos crispados
que nos muestran como nadie
lo que no queremos ver, lo que no nos gusta ver
pero que nos devuelven con creces nuestra realidad
nosotros mismos cara a cara y después... nada!
Espejos en los que nos vemos,
donde se nos ve la podredumbre de espíritu reflejada,
espejos rotos con los que me corto las venas
para vaciarme de sangre y que corra por ríos de tristeza
gritando hasta la afonía desde las entrañas
para no sentir el dolor que se me acumula en el alma
Con la colaboración de Zo
Juer qué fuerte: espejos rotos con los que me corto las venas!. Oye, dejar de miraros qué miedo me dais :p
ResponderEliminarEspejos, como ese comercial que afirma rotundo: es tu talla, te queda como anillo al dedo, estás guapísima, ensalza tu figura, te hace más delgada... cuando en realidad te sienta como un tiro.
Sin embargo muchas otras vecc te miras en el espejo con lo que sea, ya aseada o sin peinar y oye, tás divina. Motivo?. Porque te gustas, porque acompaña el ánimo y no porque el espejo esté trucado como dice una amiga mía. No sé cómo los harán pero yo no soy así de guapa... Jajajaja.
Son espejos para ocasiones, como dices unas veces te miras y otra te golpeas contra ellos.
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