No puedo,
no quiero y me resisto,
sin luchar no hay rendición,
no hay cadenas que romper salvo las de mi cabeza
me deshago de los abrazos que me oprimen
voy de libre sin serlo,
de fuerte pero mis pasos no suenan firmes,
golpeo una y otra vez el muro de mis pensamientos,
no soy capaz, no se, no quiero y me resisto,
no quiero ver lo que hay mas allá de mi muro
el eslabón es mas pequeño y se ciñe a mi cuello
mis manos se crispan, ni aun en el suelo me permito el más leve atisbo de compasión, no la quiero para mi, no la concibo, todo tiene que ser perfecto
demoledora e implacable, mi enemigo soy yo!!!!
En caso, ya te estás reconciliando!.
ResponderEliminarNada de “No puedo”
Pues basta intentarlo, para darlo por hecho
Como ese refrán que dice: Más vale arrepentirse de haber hecho algo, que no de no haber hecho nada en la vida.
El eslabón como tú dices, ¡es elástico!
“Igual que se ciñe, puedes girar y doblar el cuello”.
Si llegas a caer al suelo,
ResponderEliminarya te estás levantando!!
Ni un segundo ahí.